Existen muchos versos en el Nuevo Testamento que sostienen que Jesús era un mensajero/profeta. Los siguientes son solo algunos de ellos: En Mateo 21:11, se describe que la gente de esos tiempos se refería a Jesús como profeta: “Y la muchedumbre respondía: «¡Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea!»”
En Marcos, 6:4, se dice que Jesús se consideraba a sí mismo como profeta:
“Jesús les dijo: “No hay un lugar donde un profeta es despreciado, es en su tierra, entre su parentela y en su propia familia”
En los siguientes versos, Jesús es considerado un mensajero, en la manera en que fue enviado. En Mateo 10:40, consta que Jesús dijo: “El que los recibe a ustedes, a mí me recibe, y el que me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. El que recibe a un profeta porque es profeta, recibir recompensa digna de un profeta.”
En Juan 17:3, Jesús es citado con las siguientes palabras: “Y ésta es la vida eterna: conocerte a ti, único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesus, el Cristo.”
En Juan 14:28, Jesús decía: “El Padre es mass grande que yo.” Al decir que el “Padre” es más grande que él, Jesús se diferencia de Dios. También en Juan 20:17, Jesús le dijo a María Magdalena que le dijera a sus seguidores: “Subo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes.»” La referencia de Jesús a Dios como “mi Padre, que es Padre de ustedes” enfatiza aún más la distinción entre él y Dios. Aún más, al referirse a Dios como “su Dios”, no dejó lugar para que nadie sostuviera que Jesús era Dios.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
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